viernes, 7 de diciembre de 2007
Literatura
martes, 27 de noviembre de 2007
sábado, 2 de junio de 2007
Experiencia vital
La literatura es, sobre todo, una manera de mirar para descubrir la sustancia de los objetos, traspasar los límites sensibles a los sucesos, desnudar de disfraces y de caretas a las personas, penetrar en el fondo oculto de la mente, trascender las apariencias engañosas de los gestos, interpretar el significado de las palabras, apropiarse de las esencias de los objetos, crear y recrear paisajes, construir y reconstruir mundos.
Por eso, la calidad de la obra literaria depende, más que de la habilidad de la mano, de la agudeza de la mirada; más que de la finura del pincel, de la fuerza transformadora de las sensaciones y, más que de la agilidad de la pluma, de la capacidad creadora de la imaginación, de su poder incisivo para desentrañar los misterios de cada día.
No se oponen, por lo tanto, literatura y vida, ya que constituyen dos ámbitos mutuamente implicados e interdependientes: cada uno de ellos determina y explica la naturaleza y el significado del otro.
Los modelos literarios funcionan en la medida en que definen e interpretan, exteriorizan y objetivan los rasgos profundos más o menos conscientes de los lectores de una determinada sociedad y momento históricos.
Las obras literarias formulan de manera plástica los valores y los contravalores sociales, las aspiraciones y frustraciones de las diferentes comunidades y grupos. Pero debemos tener en cuenta que esos modelos literarios no se limitan a repetir miméticamente los grandes mitos inventados por la poesía sino que influyen, en cierta medida, en la configuración de la realidad social entera.
La visión de la Literatura es sintética y sincrética. Se considera como un proceso complejo, poliédrico y polivalente: como un lenguaje artístico, elaborado con los instrumentos que proporciona una lengua, dotado de un singular poder para llenar de significados múltiples a todos los seres de la naturaleza y a todos los elementos de la cultura; provisto de una extraordinaria capacidad para extraer los sentidos profundos de las acciones humanas y para crear modelos originales de mundos alternativos.
Parte de un doble supuesto:
a.- La Literatura es un producto lingüístico interpretable y valorable mediante los diferentes instrumentos teóricos y metodológicos que proporcionan las diferentes disciplinas lingüísticas -Fonética y Fonología, Morfología y Sintaxis, Lexicología y Semántica- en sus distintas orientaciones histórica, descriptiva y aplicada.
b.- La elaboración y la recepción de los textos son los resultados de unos procesos complejos en los que intervienen el autor y el lector; ambos procesos están determinados y son explicables por los múltiples factores de índole psicológica y sociológica, insertos todos ellos en un espacio histórico y cultural.
Apoyándose en Habermas, Apel y Ricoeur, concibe y aplica la hermenéutica como una opción que toma en serio al “contexto histórico” e, incluso, a la “ubicación social” y como alternativa tanto al fundacionalismo como al relativismo total. El análisis de la “ubicación social” insiste en la necesidad de prestar atención explícita a las cuestiones de sexo, raza y clase en toda interpretación literaria[1].
Aunque se refiere tanto al “texto” como al “discurso”, pone especial énfasis en este segundo concepto para evitar en lo posible los presupuestos idealistas o puramente culturalistas de la categoría “texto”. El “discurso” exige siempre atención a las realidades explícitas o implícitas de poder en la emergencia de sentido y de conocimiento. El “discurso” significa no sólo, como afirma Benveniste, “que alguien dice algo a alguien”, sino que, además, pide la atención y la participación de ese alguien. Esta concepción hermenéutica se extiende más allá de los antiguos modelos psicoanalíticos y marxistas para llegar a una forma de análisis del discurso que se ocupe de las cuestiones del sexo, de la raza y de la clase.
[1]Véase Richard J. Bernstein, 1983, Beyond Objectivism and Relativism: Science, Hermeneutics and Praxis, Filadelfia, University of Pensylvania Press; Richard Hollinger (ed.) 1985, Hermeneutics and Praxis, Notre Dame, University of Notre Dame Press; Price R. Wachterhauser (ed.), 1986, Hermeneutics and Modern Philosophy, Albanym State University of New York Press.
martes, 29 de mayo de 2007
Literatura y vida
Evitamos esa tentación de concebirla replegada en su esencia y encerrada en su torre de marfil. Creemos que la literatura se debe impregnar de esa realidad compleja, cambiante y polivalente que es la vida humana.
La base y el horizonte, el punto de partida y la meta son la averiguación sobre el sentido de la vida y la investigación sobre el significado de la existencia humana.
- Por eso, detrás de todas las preguntas sobre la Literatura hemos de escuchar el clamor de la exasperación que nos cuestiona el sentido último de este “circo”, de esta “farsa” o de este “juego” de procedimientos: ¿es la literatura una broma o, por el contrario, un desafío?
Nosotros ponemos especial énfasis en el hecho de que la literatura, además de estudiada y disfrutada, puede ser sentida, experimentada y vivida. El literato, por una senda diferente a la del filósofo o a la del asceta, camina hacia la búsqueda del sentido de la vida.
Los tres son protagonistas y un poco artesanos de sus destinos y de sus caminos en el conjunto de su existencia. Por eso, a veces, sus vidas son más inspiradas y más elocuentes que sus textos. La vida tiene sentido para quienes toman su existencia en sus propias manos, para quienes hacen de ella, de algún modo, una obra literaria o, en general, una creación artística, en vez de abandonarse a sus ocupaciones vanas o fútiles.
La vida queda transformada por la acción de las palabras y las palabras se transforman por la vida. El drama de la enseñanza de la Literatura durante cerca de un siglo ha sido la falta inicial de contacto entre el uso peculiar de los procedimientos lingüísticos y las palpitaciones reales de la vida concreta de los escritores y de los lectores: - la explícita despreocupación de esas vidas que eran aclaradas por las palabras y de esas palabras que, en cierta medida, alcanzaban sentido gracias a la vida, a la vida real y concreta del hombre o de la mujer reales y concretos.
¿Cómo hacer que las nociones literarias y la vida se entiendan? Descubriendo el espacio que la vida reserva para la literatura y el lugar que la literatura cede a la vida. Hemos de esforzarnos por mostrar el camino por el que la vida se acerca a la literatura; hemos de trabajar denodadamente por llenar el hueco, el abismo ya terriblemente abierto entre literatura y vida.
Si aplicamos estas ideas al análisis de las obras literarias comprenderemos cómo cada género literario se diferencia de los otros, sobre todo, por el tipo de vida que ha dado origen. Hemos de partir del supuesto de que no se escribe por exigencias literarias sino por la necesidad que tiene la vida de expresarse, de explicarse y de comunicarse.
En el origen común y más hondo de los géneros literarios está la necesidad que la vida tiene de dibujar unos seres diferentes de sí o de apresar criaturas huidizas y vidas alternativas.
La literatura expresa y apresa la vida; revela sus entrañas en un doble y complementario movimiento: el de distanciamiento de sí y el de la búsqueda de un soporte que la sostenga y la aclare.
Su supuesto es, como el de toda salida -como le ocurre al filósofo o al asceta-, un profundo descontento y una aspiración esperanzada: el descontento de lo que todavía somos y la aspiración de lo que pretendemos ser. Sin un profundo descontento, no saldríamos de nosotros mismos.
La aventura es, efectivamente, una de las claves que explican nuestras inquietudes, nuestros esfuerzos y nuestros sufrimientos. La aspiración esperanzada nace del descubrimiento de la posibilidad de que alguien escuche nuestra voz y lea nuestros textos.
Nuestras palabras son gritos que tratan de encontrar un interlocutor atento. El lenguaje, aún el más irracional, el llanto mismo, nace ante un posible oyente que lo recoja con respeto y lo interprete con interés. Opino que la mejor manera de apoyar su fecundidad y de asegurar su supervivencia es la de ayudarle a salir de sí misma.
La literatura nos ofrece una senda por la que nos salimos de nosotros mismos para situarnos ante algo que pretendemos asimilar, ante alguien con quien queremos convivir y, sobre todo, ante la vida humana que, simplemente, estamos dispuestos a vivir.
- de los ataques de la vulgaridad estética de la sociedad y de la brutalidad política de los poderosos,
- de la ordinariez ambiental y de la crueldad institucional.
- “principio de identidad”,
- “principio de contradicción”,
- “principio de transferencia” y
- “principio de contigüidad”.
Las palabras vacías
- ¿Qué sentido tienen, por ejemplo, las palabras “mar”, “río”, “montaña”, “valle”, “hombre”, “mujer”, “niño”, “anciano”, “amor” u “odio”?
- ¿No es cierto que las palabras, poseen unos sentidos diferentes que se los damos los hablantes y los oyentes, cuando establecemos la comunicación, cuando integrándolas en la cadena de un discurso, las usamos como vehículos para transmitir nuestras ideas, nuestras sensaciones o nuestros sentimientos, como vínculos para unirnos, como látigos para agredir o como pistola para matar?
lunes, 28 de mayo de 2007
Escritores y estudiosos
Con mayor frecuencia de lo deseado, leemos algunos comentarios despectivos que, recíprocamente, se dirigen los escritores y los estudiosos de la literatura. Unos y otros marcan sus respectivos terrenos, se miran con cierto desdén y mutuamente se reprochan desconocimiento, torpeza y, a veces, presunción.
domingo, 27 de mayo de 2007
Los libros
sábado, 26 de mayo de 2007
Leer literatura
- Es preciso aprender a mirar -por debajo de la superficie- ese fondo submarino por donde todo discurre más despacio. Sólo de esta manera, será posible intentar captar la naturaleza profunda de la historia que estamos leyendo y viviendo.
- En segundo lugar, hemos de advertir que escribimos y leemos con todo nuestro ser y con todas nuestras facultades: con el cuerpo y con el espíritu, con los sentidos, con las emociones, con la imaginación y con la razón.
- Y, finalmente, hemos de reconocer que, en la Literatura, las cosas son siempre otras cosas: todos los seres son significantes portadores de significados múltiples.Deberíamos leer más pero, sobre todo, deberíamos leer mejor.
viernes, 25 de mayo de 2007
Lectura
- nos proporciona un conocimiento supraindividual y nos abre unos caminos anchos, dilatados y divertidos;
- nos descubren unas verdes avenidas, que nos acercan a la libertad verdadera; es un inagotable motor de superación personal y un mecanismo impulsor de cambios saludables y de ilusiones nutritivas;
- es un lazo que liga el pasado con el presente y con el futuro e, incluso, es una práctica terapéutica que nos ayuda a reconciliarnos con nosotros mismos y nos empuja, amigablemente, a luchar para no ser presas prematuras de una muerte inevitable.
- nos obligan para que no nos limitemos simplemente a transitar por la vida sino a que la examinemos detenidamente, para digerirla y para vivirla, y, además, nos descubre nuevos mundos;
- nos relacionan con personas insólitas con las que, unas veces, nos identificamos o con las que, otras veces, por el contrario, discrepamos.
- Es la flecha que dirige nuestros anhelos.
- Es el arco que impulsa y concentra, en una armoniosa unidad, las múltiples voces de los personajes.
- Es la voz que hace imposible el olvido y, por lo tanto, el silencio definitivo.
Leer
Para qué escribo
- Escribo para explicarme y para hacer a los demás partícipes de mi vida, para confiarles los secretos más importantes.
- Escribo para comprenderme a mí mismo y para que me comprendan los demás. Escribo para crear y para procrear.
- Escribo para hablar con voces desconocidas.
- Escribo para transmitir mensajes inimaginados. Para entrar en el alma de otros e influir en sus estados de ánimo; para inventar rostros.
- Escribo para volar: el mundo no es mágico; lo hacemos mágico dentro de nosotros mismos; el misterio está dentro de nosotros: igual que la felicidad. Escribo para internarme en los pliegues invisibles de la intimidad de los otros; para ayudar a otros que pretenden entrar dentro de ellos mismos, para conservar y para ganar amigos, para enamorarme y para volverme a enamorar; para mostrarles a todos ustedes mi respeto y mi admiración.
jueves, 24 de mayo de 2007
Sintonía escritora
Nuestra noción de "literatura"
miércoles, 23 de mayo de 2007
CAMPUSCREA
Campuscrea
Módulo de especialización
Definición
Lo primero que han de conocer los que se han inscrito en el Módulo de Especialización de Campuscrea es que no es sólo un taller de escritura. Hacemos esta advertencia previa para que, desde el primer momento, eviten una concepción estrecha de las actividades que en ella desarrollamos y, sobre todo, para que rechacen de manera categórica una noción simplista de la escritura que está en la base de esa convicción generalizada de que existen fórmulas mágicas y procedimientos rápidos de adquisición de las destrezas literarias.
Las expectativas de remedios milagrosas, no sólo se ven inmediatamente frustradas y originan abandonos, sino que, además, entorpecen el desarrollo de un proceso que es apasionante y divertido pero, también, arduo, lento y doloroso. Posee todas las características del crecimiento físico, de la maduración intelectual y de la educación de la sensibilidad artística.
La función de este Módulo, por lo tanto, no se limita a proporcionar técnicas, a dibujar pautas y a proponer recetas para redactar de manera correcta un texto, sino que, además, orienta y estimula la formación de profesionales que estén dispuestos a contemplar, analizar, valorar y crear la realidad. Escribir es una manera diferente de interpretar la vida, una forma crítica y profunda de ver y de recrear el mundo.
Objetivos
Las diferentes actividades del Módulo se apoyan, desde el principio, en una reflexión seria sobre la naturaleza de la literatura que estimula, orienta y fundamenta los procesos de lectura y de escritura. A partir de esta “teoría”, se propone alcanzar los siguientes objetivos concretos:
1. - Abrir un espacio de encuentro, de trasvase de informaciones, de contraste de opiniones, de reflexión y de debate sobre la lectura y sobre la escritura de textos periodísticos, ensayísticos y literarios de los diferentes géneros, estilos y corrientes.
2. - Proporcionar principios rigurosos, criterios válidos y pautas prácticas de lectura y de escritura de artículos de opinión y de composiciones literarias.
3. - Orientar y estimular la crítica rigurosa de obras literarias.
4. - Suministrar métodos, procedimientos y recursos variados que faciliten la escritura de obras de diferentes niveles, contenidos y estilos.
Método
Esta reflexión compartida se apoya en unos ejercicios escalonados que estimulan y encaminan una práctica progresiva de la lectura crítica y de la escritura creativa.
Nuestra concepción de la Literatura, por lo tanto, es vital, englobadora y totalizante. La definimos como “una manera más consciente, más intensa y más plena –más humana- de vivir la vida”. En consecuencia, partimos del supuesto de que los principios básicos de las diferentes Ciencias Humanas -en especial de la Lingüística, de la Semiótica, de la Antropología, de la Psicología y de la Sociología- constituyen una base sólida e imprescindible para la adquisición y para el desarrollo de las difíciles y complejas destrezas de la lectura y de la escritura.
Si nos apoyamos en esta fundamentación teórica, estaremos en condiciones de seleccionar y de aplicar los criterios de análisis diferentes desde las distintas perspectivas interpretativas y valorativas de los textos de distintas épocas, géneros y corrientes.
Trazaremos unas pautas claras que nos permitan generar unos hábitos que estimulen el disfrute de la lectura y el placer del comentario riguroso.
Ofreceremos unos modelos de identificación, presentaremos unas propuestas de ejercicios y unos programas de actividades que despierten el interés alcanzar textos de calidad y, para lograr este fin, estimularemos la preocupación por cuidar el matiz, la inquietud por la búsqueda del adjetivo oportuno y la voluntad de lograr el procedimiento más original y expresivo, en cada uno de los escritos.
A manera de ejemplo, adelantamos que, para lograr textos interesantes, amenos y originales, aplicaremos algunas técnicas para desbloquear la imaginación utilizando los recursos de la realidad y del absurdo, y pondremos en marcha algunos mecanismos que faciliten la práctica de la concentración, del recuerdo, de la sensación y de la experiencia.
Provocaremos la invención a partir de las relaciones de palabras, estrategias de sustitución, eliminación, ampliación, descentrando los textos, etc.
Miembros de Campuscrea
Aunque este Módulo posee una finalidad formativa, sus objetivos desbordan las funciones exclusivamente docentes. Desde el primer momento, manifestamos, al menos intencionalmente, una explícita voluntad de constituir un grupo relativamente homogéneo de escritores que participen en una concepción sólida y actual de la literatura, y una visión actual, crítica y comprometida de la existencia humana.
En consecuencia, pretendemos crear las condiciones para que los miembros se sientan identificados con la creación de un proyecto común y para que intervengan de una manera activa en la generación de un ambiente de comunicación y de un clima de colaboración.
Alumnas y alumnos universitarios de las distintas titulaciones, tanto de Ciencias como de Letras.
Profesoras y profesores de diferentes disciplinas y asignaturas.
Escritoras y escritores, comunicadoras y comunicadores.
Contenidos de cada sesión
- Definición y explicación de teorías sobre los lenguajes que se superponen y se cruzan en las obras literarias, sobre el proceso complejo de la lectura, sobre la crítica y la escritura.
- Descripción de técnicas, pautas, procedimientos y recursos.
- Lecturas de obras de los diferentes géneros
- Críticas de textos leídos.
- Escritura, lectura y autocrítica de textos propios.