miércoles, 18 de marzo de 2009



“La experiencia se define por su capacidad de transformar al sujeto: lo que queda por debajo de esto es pasatiempo, pero no experiencia.
Maurice Nadeu dijo que las grandes novelas son aquellas que transforman al escritor, al hacerlas, al lector al leerlas. La observación es generalizable a las demás formas de creación artística. Las artes plásticas son más que decoración, la literatura más que un pasarratos.
Toda la buena poesía es poesía didáctica. Autodidáctica, para ser más preciso: enseña al poeta que escribe cosas (sobre sí mismo y sobre e mundo) que él desconocía. Lo peor (casi) que puede decirse de un poeta: ninguno de sus poemas le enseñó nunca nada.
Una novela no se escribe con la cabeza, ha dicho Ernesto Sábato, sino con todo el cuerpo. Exactamente lo mismo afirmó Heiner Müller del teatro: para él, escribirlo llega a ser una experiencia física. Se me permitirá entonces que desconfíe de la poesía que no se escribe con todo el cuerpo: con cerebro e hígado, con manos y sexo, con recuerdo y anticipaciones, con luchas y caricias, con presente, pasado y futuro”. Jorge Riechmann, 1998, Canciones allende lo humano, Madrid, Hiparión: 17.

lunes, 9 de marzo de 2009

Mediante la literatura, no sólo contemplamos la vida con nuevos ojos, sino que también la completamos y la compartimos.