sábado, 24 de mayo de 2008

Creación y recreación

La Literatura es una visión, una interpretación y una reconstrucción -recreación- de la realidad.

La Poesía, como todos sabemos, es la forma suprema de expresión humana y el instrumento más potente de creación estética; su función principal consiste en transformar el mundo descubriendo el valor profundo, la nobleza íntima y la belleza esencial de cada cosa.

El Poeta -con mayúsculas-

- es el ser privilegiado, profeta e iluminado, que dota de sentido a los objetos y que extrae significados de los movimientos;

- es el vidente que proporciona existencia a las ideas, vida a las imágenes, alma a los cuerpos y espíritu a la materia.

La Poesía -fuente de la que brotan y cumbre en la que convergen las diferentes artes- es la facultad omnipotente de transformar las palabras en música, en escultura, en arquitectura y en pintura.

Recordemos que la poesía nació unida a la música y la música al baile, que inicialmente poseía un carácter litúrgico y sagrado. No olvidemos que el verso es anterior a la prosa, y el canto anterior al verso y el baile anterior al canto.

Sí, el primer lenguaje fue el corporal y, tras él, el hombre usó el grito. Los sensualistas afirman -y repiten después los darwinistas- que el grito partió de aquel gruñido mediante el cual cierta estirpe de simios trataba de imitar los sonidos que la naturaleza producía: el gorgoteo del agua, el chasquido de los cuerpos y el fragor de las fieras.

Cada uno de aquellos gruñidos ahora se han transformado en una palabra dulce o profunda, de igual forma que algunos de los salvajes mordiscos del primer hombre han terminado siendo un beso.


Con el tiempo, la voz humana se ha enriquecido con infinitos matices y éstos se han adaptado a las variaciones posibles de los sueños, de las imágenes, de las sensaciones y de los sentimientos.

En la actualidad, no podemos pensar sin imaginar, ni imaginar sin sentir, ni sentir sin hablar. Para eso nos sirve la poesía: para comprender las realidades misteriosas a partir de realidades cotidianas. La Vía Láctea nació cuando se escaparon unas gotas de leche del pecho de la diosa Juno. Las estrellas eran las salpicaduras de esa leche divina en el manto celeste.